Histórico

Cámaras fotográficas digitales


La evolución digital del carrete

La llegada del mundo digital al mercado ha abierto las puertas a nuevas posibilidades. Ya no son sólo los ordenadores los encargados de mostrar la comodidad de manejar información digital, sino que, poco a poco, nuevos dispositivos y periféricos de generalizado uso están empezando a cambiar del modo analógico al digital. Las cámaras digitales han abierto nuevas posibilidades, ya no sólo a los profesionales de la fotografía, sino también a los aficionados, que tienen en sus ordenadores una herramienta que se acerca a la calidad de algunos estudios. Ahora son las cámaras, pero dentro de poco muchos más aparatos electrónicos pasarán a formar parte de la red digital. Esto permitirá, en breve, que toda nuestra casa pueda estar controlada a distancia, utilizando, por ejemplo, Internet.


La evolución: de la fotografía analógica a la digital
La fotografía siempre ha marcado una gran diferencia entre profesionales y aficionados, sobre todo en lo que a equipamiento se refiere. Esto, por ejemplo, no ocurre en otros campos como la informática, donde es frecuente ver máquinas de gama media/alta utilizadas por recién llegados a la pantalla. El desembolso inicial que un fotógrafo profesional tenía que hacer sólo para adquirir el equipo esencial para comenzar a ejercer su profesión era demasiado alto. Esto, junto al coste de laboratorios y materiales, ha hecho que la fotografía tradicional haya resultado excesivamente cara para su aplicación en otros mercados emergentes como es el caso de Internet. Es precisamente este mercado, sobre todo, el que ha dado una nueva orientación a lo que era, hasta entonces, el desarrollo de nuevas tecnologías para cámaras fotográficas.


Una nueva imagen para un nuevo mundo
Hasta el boom que ocasionó Internet hace unos años, el mundo de la fotografía avanzaba hacia cámaras analógicas más complejas en lo que a funciones se refiere, lo que traía, en consecuencia, un aumento tanto del precio como de la dificultad de uso. Tras la consolidación de Internet y de lo que ésta traía consigo, el mercado dio un vuelco hacia los dispositivos digitales. Hace ya varios años que los estudios profesionales han dejado de lado el complicado sistema de revelado, dando paso al nuevo sistema fotográfico digital, compuesto ya no sólo por las cámaras digitales, sino por impresoras de alta calidad y equipos informáticos con gran cantidad de memoria, tanto RAM como de almacenamiento. Esta memoria es necesaria debido, sobre todo, a las imágenes de gran tamaño que tiene que manejar cualquier usuario de este tipo de cámaras.

Hace unos pocos años, la fotografía digital comenzó a dar sus primeros pasos en el mercado orientado al usuario final, con productos que, imitando a los profesionales, ofrecían las maravillas del procesamiento digital. Por aquel entonces, y al igual que suele suceder con la mayoría de los productos recién llegados, las cámaras digitales no ofrecían unos precios de venta al público lo suficientemente bajos como para que se pudiera pensar que en pocos años estos dispositivos podrían, de alguna forma, sustituir a las tradicionales cámaras de 35 mm. Esto sé hacia aún mas patente si tenemos en cuenta que aparecían cámaras convencionales cada vez más baratas, y éstas ganaban en calidad a las digitales, al menos, en aquel momento.

La derrota de la cámara de 35 mm. a manos de los dispositivos digitales ha sido propiciada, como se ha apuntado anteriormente, por la implantación entre la población mundial que han tenido los dispositivos y entornos digitales. Esto, añadido al hecho de que los ordenadores personales ya son algo tan cotidiano como la televisión en cualquier casa, ha propiciado la creciente popularización de las cámaras digitales. De cualquier modo, a pesar de que ya han pasado un par de años desde que hicieran su aparición las primeras cámaras de este tipo, los precios aún no han descendido todo lo que se esperaba, y se prevé que en los próximos años estos disminuyan considerablemente. Esta disminución de los precios vendrá causada, principalmente, por la adopción de una nueva tecnología, CMOS, en sustitución de la avanzada, pero excesivamente cara, CCD.


Tecnología analógica o digital, ésa es la cuestión
Por otra parte, las ventajas de las cámaras digitales son muchas, sobre todo si se tiene en cuenta lo que supone el hecho de que la imagen sea convertida a formato digital directamente en la cámara. Pero, a pesar de todas las mejoras que ha traído consigo el formato digital, éste todavía no ha logrado la calidad que ofrece el sistema de 35 mm. Un ejemplo claro es el de la resolución. Mientras que en las cámaras de 35 mm. la resolución es de diez millones de pixels, la máxima que puede llegar a conseguir una cámara digital de la misma gama es de algo más de 3,3 millones. A pesar de esto, ya hay cámaras digitales de mayor gama que ofrecen una calidad superior a las de 35 mm. De cualquier forma, ésta es una de las pocas ventajas que las cámaras analógicas guardan sobre las digitales, pero en algo menos de tres años, con la llegada de los nuevos dispositivos basados en CMOS, esta diferencia podría quedar subsanada. Por el contrario, la fotografía digital mejora muchos de los aspectos de la fotografía convencional o analógica:

- El álbum fotográfico. Quizá una de las imágenes más entrañables de cualquier familia es dar un repaso a las fotografías en el álbum. Esto, con el paso de los años, hace que, incluso las imágenes de más calidad, pierdan la información que contienen. Gracias a la llegada de la tecnología digital al mundo de la fotografía, es posible que esta información no se pierda. Pero ya no es sólo que no se pierde la información de lo que es la imagen en sí, sino que también se conserva todos los datos sobre la propia la imagen que el usuario quiera guardar acerca de la misma. Los antiguos álbumes de fotos darán paso a sofisticados álbumes de imágenes digitales, editadas al gusto del usuario y que podrán conservarse eternamente sin pérdida de calidad. Pero el almacenamiento de las imágenes ya no se limitará al disco local del fotógrafo, sino que éstas se almacenarán en la Red. Ya son varios los ejemplos de sitios dedicados a ofrecer a sus visitantes un sitio para guardar sus fotos a modo de álbum fotográfico.

- Reutilización del carrete. Una de las principales limitaciones de la fotografía convencional han sido los materiales que se han ido utilizando a lo largo de las distintas épocas de las cámaras fotográficas para plasmar la imagen. Hasta hace poco, el único medio que se utilizaba para esto era el carrete fotográfico. El carrete limita en mucho la imaginación que el artista, el fotógrafo en este caso, quiera dar a la imagen. La llegada de las cámaras digitales ha traído consigo nuevos dispositivos para almacenar de manera temporal esas imágenes. El de mayor utilización ha sido la tarjeta de memoria. Esta tarjeta, con una capacidad de almacenamiento generalmente superior a los 16 MB, permite que el fotógrafo pueda disponer de un carrete ilimitado, olvidando así aquella preocupación por la pérdida de imágenes en el carrete.

- Mayor control. El

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