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Cámaras digitales semiprofesionales: adiós al negativo y al revelado

Comparamos siete cámaras digitales semiprofesionales, que cubrirán todas las expectativas de los más exigentes: Agfa ePhoto 1280, Canon Powershot 600, Epson Photo PC 600, Kodak DC120 Zoom, Olympus C-1400 L, Polaroid PDC 2000 y Ricoh RDC-300 .

Las cámaras digitales de gama baja, como las que analizamos en la comparativa del último número de Dealer World, son extraordinarias para ver la imagen en pantalla o en la televisión, pero la resolución no es suficiente si queremos publicar la imagen en una revista o imprimirla en tamaño DIN A4 .

En esta comparativa estudiamos cámaras digitales semiprofesionales, de alta resolución y con funciones que permitirán suplantar a las cámaras de fotografía tradicional, incluso en entornos profesionales .

El presente artículo es la segunda entrega de una prueba comparativa de cámaras digitales . En la primera parte comparamos un grupo de cámaras con resoluciones de 640 x 480 pixels y con un precio asequible para cualquier usuario, hablamos del mercado de la fotografía digital, explicamos las diferencias entre la tecnología CMOS y la CCD y analizamos los parámetros empleados para comparar las cámaras .

Ahora nos proponemos analizar los requerimientos de la fotografía semiprofesional, hablar de los distintos sistemas de memoria que se están utilizando para almacenar las imágenes, presentar las peculiaridades de la fotografía digital y comparar un nuevo grupo de cámaras digitales .

El mercado de la fotografía semiprofesional

Nos hemos sorprendido gratamente al comprobar que los precios de las cámaras semiprofesionales no son tan astronómicos como pensábamos . No obstante, los precios marcan claramente la diferencia del sector del mercado al que están dirigidas estas cámaras .

El precio de una cámara semiprofesional se encuentra en un rango superior a las cien mil pesetas e inferior a las doscientas cincuenta mil, y ofrecen mejor calidad y mayores prestaciones que las cámaras orientadas al mercado de consumo .

Arquitectos, médicos, policías, empresas del sector inmobiliario, peritos y muchos más profesionales utilizan estas cámaras como herramienta fundamental en su trabajo, ya que permiten disponer inmediatamente de la imagen y reducen significativamente los costes de consumibles cuando el uso es constante . Además, la facilidad de almacenar las imágenes en soporte digital es muy valorada .

Las cámaras que comparamos en este artículo no se van a comercializar masivamente en el sector de consumo, pero sí que se venderán bastantes unidades a profesionales liberales, junto con un completo sistema gráfico, compuesto por una impresora de chorro de tinta, un gran monitor, una unidad grabadora de CD y un potente ordenador .

El mercado de la fotografía digital ofrece un futuro muy prometedor . Como ya comentábamos en la primera parte de esta comparativa, en el número anterior de Dealer World, la demanda de cámaras digitales es superior a la oferta, y eso lo demuestra el hecho de que muchos modelos de cámaras se han presentado hace tiempo en otros países y no llegan a España, por falta de disponibilidad de unidades .

Polaroid no presenta el modelo PDC 3000 en España porque las únicas unidades que se han fabricado se han vendido inmediatamente en Estados Unidos ( al Pentágono, según indica el fabricante ) , lo cual ha forzado a mantener durante más tiempo el modelo PDC 2000 .

Peculiaridades de la fotografía digital

Hacer una fotografía con una cámara digital resulta algo desconcertante . Con las unidades más convencionales, en las que se sigue utilizando un visor óptico, notaremos algo extraño al pulsar el botón del disparador . Las cámaras digitales tardan uno o dos segundos en hacer la foto, por lo que deberemos tener cuidado con objetos en movimiento .

Pero lo peor viene después, ya que la cámara necesita otros 5 ó 10 segundos para convertir la imagen analógica a digital, eliminar ruido, aplicar un algoritmo de compresión y grabarla en memoria . En este sentido, la cámara de Olympus ofrece el mejor tiempo de respuesta .

El siguiente problema con el que nos encontramos es la duración de las pilas . Este problema ya empezaba a ser preocupante en la fotografía tradicional, ya que se utilizan muchos motores para realizar el enfoque y para acercar o alejar la imagen . Ahora el consumo de batería es considerablemente superior . El sensor CCD y el visor de cristal líquido limitan la duración de la batería drásticamente . En algunos modelos que hemos introducido pilas alcalinas nuevas, han durado 20 minutos . Por lo tanto, es fundamental exigir pilas recargables de niquel-cadmio, que ofrecen una vida algo superior ( entre 45 minutos y 2 horas ) y se pueden recargar .

Las cámaras digitales suelen utilizar un visor de cristal líquido . Este visor está colocado en el panel posterior, por lo que ya no tendremos que pegar el ojo a la cámara sino que la mantendremos ligeramente alejada . Los visores de cristal líquido varían de tamaño según los modelos, oscilando entre 1,5 y 2,5 pulgadas . Algunos modelos de cámaras combinan visores ópticos con pantallas digitales, pero en casi todos los casos el visor óptico no se corresponde con la imagen que se obtiene . Sólo en la cámara de Olympus se ofrece un visor óptico reflex, es decir, que utiliza un sistema de espejos que asegura que lo que vemos es la misma imagen que incide en el sensor CCD .

La ventaja de utilizar un visor digital es que podemos visualizar cada una de las fotografías que hemos realizado, para borrar las que no nos gusten y mantener en memoria sólo las que merezca la pena . Como el visor de cristal líquido sólo se ve bien cuando se mira en ángulo recto, casi todas las cámaras que incorporan este dispositivo permiten girar el objetivo .

El problema principal en las primeras cámaras digitales ha sido la poca autonomía . Tradicionalmente las cámaras digitales incorporaban una cantidad limitada de memoria . Cuando esta memoria se llenaba de fotografías, necesitábamos descargarlas a un ordenador, por lo que era necesario llevar un ordenador portátil en la maleta . Ahora, las cámaras digitales utilizan módulos de memoria estándar . Estas pequeñas tarjetas son extraíbles, por lo que podemos incluir en nuestro equipo de viaje cuatro o cinco tarjetas de 10 MB y no tendremos problemas durante algún tiempo . El punto en contra es el coste de estas tarjetas, que resulta bastante elevado .

Otra peculiaridad de la fotografía digital es que las imágenes se tienen que transferir a un ordenador . Para ello se puede utilizar un cable serie, que se incluye en casi todos los modelos . Excepcionalmente algunos modelos incluyen un emisor de infrarrojos, que transfiere las imágenes al ordenador, siempre que éste disponga de un receptor . Otra manera de transferir la información es con un lector de módulos de memoria, que tampoco suele ser habitual en ordenadores de sobremesa .

La transferencia suele ser un proceso lento y se recomienda conectar la cámara a la toma de corriente continua para realizar este proceso .

El último paso en la transferencia al ordenador es la lectura y almacenamiento de la fotografía . Para leer la imagen y modificarla se suelen incluir distintos programas y controladores . Lo más habitual es que se suministre un controlador Twain, que se podrá utilizar con el software de tratamiento de imágenes habitual . Este controlador también suele permitir configurar la cámara desde el propio ordenador .

Para retocar la imagen también se suministran versiones reducidas de programas populares en el mercado, como el Adobe PhotoDeluxe, PhotoStudio, LivePix, etcétera .

¿ Cómo hemos comparado las cámaras ?

Las cámaras que consideramos que están dirigidas

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