Calidad y servicio: las claves para las empresas españolas
Las PYMES deben mejorar su especialización y su calidad
Las empresas españolas consideran que la calidad y el servicio influyen más sobre la competitividad que el precio o los costes. Así lo pone de manifiesto el informe “La competitividad de la empresa española 2002-2003”, elaborado por las Cámaras de Comercio, a partir de una encuesta realizada a más de 2.000 empresas españolas.
El 95,6 por ciento de los encuestados sitúa a la calidad como el factor que más efecto tiene sobre la competitividad, seguido de servicios a los clientes, con un 93,2 por ciento de respuestas positivas. En tercer lugar se colocan los costes (83,8) y en cuarta posición el precio (75,7). La innovación, con el 68,4 y la diferenciación del producto, 62,3 por ciento, son los siguientes factores en importancia. Las dos últimas variables del ranking son la promoción y consolidación de marca así como el tamaño de la empresa que ocupa el último lugar.
Los resultados demuestran un cambio de la tendencia de las empresas españolas. La actividad empresarial se está modernizando y España compite cada vez menos en precios y más en valor añadido.
En cuanto a las políticas con más peso en la evolución de la competitividad, la formación de los trabajadores es la que más valoran las empresas españolas, seguida de la estabilidad económica, Nuevas Tecnologías y un euro fuerte. Las alianzas, liberación de sectores y las políticas de promoción exterior son, por el contrario, las que menos afectan a la competitividad.
Ganar competitividad
Por otro lado, según revela el informe, el 82,8 por ciento de las empresas españolas considera que la competitividad de su negocio ha permanecido estable o ha evolucionado positivamente en 2002. Para este año, la previsión sobre la evolución de la competitividad no varía significativamente. El 37,7 por ciento de los encuestados considera que se comportarán positivamente, el 45,2 por ciento opina que se mantendrá la misma tendencia que en 2002 y sólo un 15 por ciento valora negativamente su comportamiento.
Para las Cámaras, a la luz de la encuesta, las PYMES deben mejorar su competitividad y la especialización y calidad.
El 95,6 por ciento de los encuestados sitúa a la calidad como el factor que más efecto tiene sobre la competitividad, seguido de servicios a los clientes, con un 93,2 por ciento de respuestas positivas. En tercer lugar se colocan los costes (83,8) y en cuarta posición el precio (75,7). La innovación, con el 68,4 y la diferenciación del producto, 62,3 por ciento, son los siguientes factores en importancia. Las dos últimas variables del ranking son la promoción y consolidación de marca así como el tamaño de la empresa que ocupa el último lugar.
Los resultados demuestran un cambio de la tendencia de las empresas españolas. La actividad empresarial se está modernizando y España compite cada vez menos en precios y más en valor añadido.
En cuanto a las políticas con más peso en la evolución de la competitividad, la formación de los trabajadores es la que más valoran las empresas españolas, seguida de la estabilidad económica, Nuevas Tecnologías y un euro fuerte. Las alianzas, liberación de sectores y las políticas de promoción exterior son, por el contrario, las que menos afectan a la competitividad.
Ganar competitividad
Por otro lado, según revela el informe, el 82,8 por ciento de las empresas españolas considera que la competitividad de su negocio ha permanecido estable o ha evolucionado positivamente en 2002. Para este año, la previsión sobre la evolución de la competitividad no varía significativamente. El 37,7 por ciento de los encuestados considera que se comportarán positivamente, el 45,2 por ciento opina que se mantendrá la misma tendencia que en 2002 y sólo un 15 por ciento valora negativamente su comportamiento.
Para las Cámaras, a la luz de la encuesta, las PYMES deben mejorar su competitividad y la especialización y calidad.
