Solo el 10% de las empresas logra alinear sus objetivos estratégicos

Un estudio llevado a cabo por Project Management Institute pone de manifiesto que por cada 1.000 millones de dólares que invierten las empresas en sus proyectos de TI, 970 millones van a parar a proyectos de infraestructuras de escasa robustez.

Este gran mal uso de los recursos tecnológicos no solo ocasiona importantes mermas en las ganancias de las empresas privadas, sino que lesiona en igual proporción al progreso de instituciones gubernamentales, de organizaciones sin ánimo de lucro.

Al realizar un escalado proporcional de esta cifra al total global invertido por las empresas, Project Management Institute observa que cada 20 segundos se realizan en el mundo inversiones en TI por valor de 1 millón de dólares (lo que equivaldría a cerca de dos billones de dólares cada año).

Desde una perspectiva teórica, el reto de transformar los objetivos estratégicos en implementaciones TI prácticas aplicables al uso diario para la gestión de los negocios permanece en un estadio de generalización en todos los sectores industriales. No obstante, un estudio elaborado por Brightline corrobora que,  aunque el 53% de los líderes ejecutivos tiene la convicción de que el fracaso en los objetivos estratégicos supone un retroceso en competitividad, sólo el 10% de las empresas logra satisfacer sus objetivos estratégicos.

Salvar la brecha de implementación estratégica puede parecer una misión imposible, especialmente porque aparecerán numerosos obstáculos que superar. En este contexto, emerge la asociación sin ánimo de lucro Brightline Initiative, que se dedica a ayudar a los líderes a implementar sus estrategias TI alineadas a sus negocios del modo correcto para crecer en competitividad.

Brightline Initiative basa su estrategia de acción en tres áreas fundamentales: Thought and Practice Leadership, Capability Building, y Networking, en un amplio espectro de sectores industriales con el propósito de conseguir implementaciones estratégicas mucho más efectivas.