Histórico

Tarjetas sintonizadoras TV

La televisión en el PC

La introducción de las capacidades multimedia en el mundo del ordenador personal ha permitido extender las posibilidades de ocio y entretenimiento de los sistemas informáticos hasta niveles insospechados. Uno de los últimos logros pasa por poder ver la televisión en el monitor del PC doméstico con un coste mínimo. Además, la utilización de un ordenador como plataforma, otorga unas enormes capacidades de actuación y manipulación de la señal televisiva. ¿Se puede ofrecer más por tan poco?

Un ordenador, generalmente dentro del ámbito del PC de consumo, con la simple inclusión de un adaptador para efectuar la correspondiente sintonización, tendrá la posibilidad de disfrutar de las mismas imágenes que puede ver en el tradicional televisor de casa, pero sin tener que moverse ni un ápice del sitio que ocupa enfrente del escritorio.
Ya sea por medio de un elemento interno como la clásica tarjeta PCI o a través de un dispositivo externo dotado de una conexión USB. La proliferación y diversificación de esta clase de dispositivos, gracias a la incesante demanda de los usuarios, ha ido en un progresivo aumento. Pudiera parecer que la simple posibilidad de sintonizar las señales de televisión y digitalizarlas convenientemente a través del monitor del ordenador, es motivo más que suficiente para adquirir una de estas recreativas tarjetas. Pero una vez cubierta esta primera necesidad, y debido al éxito inicial de estos dispositivos y al elevado potencial que encierran, las cualidades y capacidades de estas tarjetas han ido aumentando considerablemente con el paso del tiempo.
Desde la mera tarea de sintonización y decodificación de las señales de televisión o radio FM, pasando por la siempre interesante opción del teletexto, hasta llegar a la realización de capturas de secuencias de vídeo y audio de calidad medianamente aceptable, son algunas de las funcionalidades que se integran en casi todas las tarjetas sintonizadoras de TV que actualmente están disponibles en el mercado nacional.
No obstante, antes de continuar debe quedar bastante claro que las posibilidades de captura de vídeo que ofrecen estas tarjetas no son, ni mucho menos, comparables a las que se pueden obtener mediante la utilización de una tarjeta digitalizadora vídeo de media calidad. Simplemente, el factor precio, deja entrever que sus prestaciones a la hora de realizar capturas deben ser radicalmente opuestas.
En síntesis, estos dispositivos, que aparecieron sin ningún afán de protagonismo con la sencilla misión de entretener al usuario doméstico, se han convertido por derecho propio en unos de esos imprescindibles accesorios que forman parte de cualquier ordenador personal. El secreto de su éxito se debe principalmente a varios factores, aunque su asequible precio es siempre un buen aliciente y primer punto de atención. Además, esas funciones extras que otorgan una mayor versatilidad, ayudan bastante a la captura de un mayor número de clientes y usuarios.

PCTV, en la versatilidad está el gusto
En esencia, una tarjeta sintonizadora de televisión se compone de un módulo sintonizador de imagen que decodificada un cierto tipo de señal de televisión de entrada que dependerá del estándar utilizado en cada país (PAL, SECAM, NTSC). Posteriormente, divide esta señal en audio y vídeo para dirigirla, respectivamente, hacia los altavoces o el monitor, a través de los correspondientes adaptadores y controladores de audio y vídeo.
Las primeras tarjetas sintonizadoras de televisión que aparecieron en el mercado se limitaban a incluir el módulo sintonizador de TV correspondiente a cada país. Asimismo, la mayoría de ellas contaban con una entrada y salida de señal de vídeo, de tal forma que actuase de puente. Es decir, a la entrada se conectaba l a salida de la tarjeta gráfica y a la salida el conector del monitor. El microcontrolador presente en la tarjeta, gestionado por software, se encargaba de establecer los parámetros del sintonizador para que ofreciera la señal del canal requerido. A continuación, se anulaba la señal procedente de la tarjeta gráfica para suplantarla por la señal de televisión convenientemente sintonizada y decodificada. Desgraciadamente, bajo este primigenio sistema de funcionamiento, todos aquellos monitores que no soportasen la misma resolución y frecuencia de refresco que la emitida por la tarjeta sintonizadora no eran capaces de visualizar las señales de televisión.
No obstante, hace tiempo que se superaron estos problemas técnicos, con la introducción las denominadas tarjetas de captura de vídeo. Las cuales se caracterizan por permitir la representación de las sucesivas imágenes de vídeo en una típica ventana dentro del escritorio o a pantalla completa, según convenga en cada momento, y por disponer de un elevado número de funciones adicionales, las cuales pasamos a describir más adelante con mayor profundidad.
En resumen, una posible y aproximada definición del concepto de PCTV, independientemente de su configuración y diseño físico, podría ser la de un dispositivo capaz de realizar las típicas funciones de sintonización de señales televisivas, al igual que un televisor normal, y que, además, permite la utilización de herramientas de software para un mejor aprovechamiento de estas señales.

Mucho más que sintonizar
Bajo esta idea general, y con la aparición de los buses de datos de alta velocidad (PCI) y el incremento de las prestaciones y capacidades de los sistemas informáticos en general, las actuales tarjetas PCTV cuentan con elementos que permiten un desahogado funcionamiento básico. Prestaciones que permiten recoger las señales de los diferentes canales de televisión y reproducirlos correctamente, ya sea en una ventana mientras se ejecuta cualquier otro programa, o a pantalla completa para el total disfrute y ocio del usuario.
Por otra parte, otra de las funciones que acostumbran a implementar este tipo de tarjetas es la de la captura de secuencias de vídeo, ya sean imágenes que procedan directamente de la decodificación de las señales de televisión o bien cualquier otro tipo de señal procedente de fuentes externas, gracias a las diversas entradas que suele integrase en esta clase de dispositivos. No obstante, en la inmensa mayoría de las ocasiones, las posibilidades ofrecidas en este aspecto por los distintos modelos no se caracterizan precisamente por ser realmente elevadas. La simplicidad y reducido precio de la mayoría de las tarjetas PCTV obligan a prescindir de las funciones de compresión y descompresión por hardware, entre otras muchas, presentes en las tarjetas digitalizadoras de vídeo dirigidas a un mercado más exigente. Esto conlleva a la realización de capturas de secuencias de vídeo sin aplicar compresión alguna, por lo que el tamaño en pantalla de éstas no puede ser medianamente grande.
Por otro lado, la posibilidad de conectar dispositivos de entrada y salida de vídeo a la tarjeta es otra interesante faceta que buena parte de los fabricantes de estos dispositivos multimedia tienen a bien incorporar en sus diferentes modelos, dando así un mayor valor añadido muy a tener en cuenta. Puede ser que inicialmente sólo se quiera ver la televisión, pero quien puede asegurar que en un futuro próximo cualquier usuario no vaya a conectar una cámara o un vídeo, tal y como se puede h

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