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Tarjetas PCMCIA: la madurez de una tecnología

Si bien, hasta hace unos años, los dispositivos PCMCIA planteaban innumerables problemas, de configuración principalmente, en la actualidad estos inconvenientes han sido subsanados, y nos encontramos ante un mercado en plena expansión.

Uno de los campos de investigación más importantes que hacen posible el avance de la electrónica, y por tanto de la informática, es la miniaturización de los componentes necesarios para fabricar cualquier tipo de producto.

En el mundo informático se ha deseado disponer, desde hace mucho tiempo, de ordenadores portátiles mediante los cuales fuese posible trabajar prácticamente en cualquier parte. Esta necesidad llevó al desarrollo de sistemas que, en un principio, más que portátiles eran portables, ya que el usuario debía acarrear una voluminosa maleta que contenía el sistema informático.

En la actualidad, aquellas relativas penalidades están totalmente olvidadas, y existen a nuestra disposición una amplia gama de ordenadores portátiles, de diversos fabricantes y con muy variados precios, que permiten al usuario disponer en cualquier momento de un ordenador que le ayude a resolver los problemas que puedan surgir en el momento más inesperado.

Para llegar a alcanzar el nivel de miniaturización de los notebooks y subnotebooks actuales ha sido necesario, no sólo disminuir el tamaño del procesador o la memoria, sino también el de los periféricos que se conectan al ordenador y que, al fin y al cabo, son los que permiten a éste la comunicación con el mundo exterior.

En este artículo nos vamos a centrar en los periféricos y, más concretamente, en las tarjetas PCMCIA que en la actualidad se encuentran presentes en todos los sistemas portátiles.

¿Qué son y qué tipos de tarjetas PCMCIA existen?

Simplificando la explicación, podemos decir que los dispositivos PCMCIA son periféricos encapsulados en un soporte de tamaño similar al de una tarjeta de crédito convencional.

Debemos hacer notar que, sin embargo, no es correcto llamar a estos productos tarjetas PCMCIA, ya que su denominación es PC Card, mientras que PCMCIA hace referencia a la asociación que ha desarrollado el estándar. En el presente artículo, para una mayor claridad y comprensión del mismo por nuestros lectores, se usará el término tarjeta PCMCIA para referirnos a las tarjetas PC Card.

Sus ventajas fundamentales, frente a otros tipos de dispositivos son, además de sus reducidas dimensiones, su bajo consumo energético y su elevada fiabilidad, ya que carecen de partes móviles.

En la actualidad existen tres tipos de tarjetas PCMCIA, denominados tipos I, II y III. Esta clasificación está en relación directa con el tamaño del dispositivo, siendo las más pequeñas las de tipo I y las más grandes las de tipo III.

Los portátiles que se encuentran disponibles en el mercado poseen, normalmente, dos ranuras PCMCIA del tipo II. En cada uno de dichos alojamientos es posible conectar una tarjeta del tipo II o, por el contrario, una sóla tarjeta del tipo III.

Si el lector se fija en el tipo de dispositivo contenido en cada uno de los tipos de tarjeta existente, se observa una clara relación entre el tipo de aplicación y el tamaño de la tarjeta. De esta forma, encontramos que las tarjetas de tipo I se usan, principalmente, para expansiones de memoria, las de tipo II para dispositivos de entrada/salida y ampliaciones de memoria y, finalmente, las de tipo III para periféricos más voluminosos como, por ejemplo, discos duros (si bien hoy en día es posible encontrar tarjetas tipo II con este tipo de aplicación).

Un camino lleno de obstáculos

Si bien la tecnología PCMCIA es muy atractiva, su desarrollo ha estado plagado de problemas debido, sobre todo, a incompatibilidades entre tarjetas y ordenadores dotados de este tipo de productos.

A principios del presente año, en una reunión celebrada en Hong Kong, el comité PCMCIA acordó una nueva especificación que ayudará enormemente a solucionar los inconvenientes que hasta el momento se habían producido.

Ello se llevará a cabo mediante la introducción en las tarjetas PCMCIA de una estructura ampliada con información de configuración del dispositivo PCMCIA, denominada CIS (Card Information Structure). Este bloque de datos contiene detallada información acerca de la configuración de la tarjeta, lo que permite una comunicación mejorada entre el periférico PCMCIA y el ordenador en el cual se encuentra instalado.

En el pasado muchas de las características del estándar PCMCIA estaban declaradas como opcionales, por lo que algunos fabricantes optaban por implementar sólo aquellas funcionalidades que estimaban imprescindibles para el funcionamiento de su producto o que, en otros casos, les permitieran un abaratamiento de los costes de producción. Esta situación era la fuente principal de problemas de incompatibilidad entre los diversos productos PCMCIA existentes.

Para solucionar los problemas anteriormente mencionados, en la reunión de Hong Kong del comité PCMCIA, se han definido con mayor claridad algunos aspectos de la especificación que en el pasado resultaban algo ambiguos, y se ha exigido a los fabricantes un mayor cumplimiento de las normas descritas en el estándar.

Otras mejoras que se han añadido son el soporte de múltiples funciones como módem/fax y acceso a redes de área local, acceso a memoria, funcionamiento con voltajes de 3,3 y 5 voltios, servicios de ahorro de energía y una nueva interfaz de 32 bits denominada CardBus.

Modems PCMCIA

Sin duda, una de las tecnologías que mayor crecimiento está experimentando en los últimos años, y que lo va a seguir haciendo en el futuro más inmediato, son las telecomunicaciones. La generalización del uso de sistemas de información electrónica on line y el acceso masivo de los usuarios a las autopistas de la información, están impulsando de una forma importante las investigaciones en este terreno.

En el caso que nos ocupa en el presente artículo, en las tarjetas PCMCIA o, más correctamente, PC Card, uno de los productos estrella son los modems.

Según los estudios realizados por la consultora norteamericana IDC, alrededor de un tercio de los ordenadores portátiles vendidos por fabricantes importantes, como por ejemplo Compaq o AST, incorporan un módem de serie en la placa base. El anterior hecho indica una fuerte demanda de productos portátiles para comunicaciones, lo cual deja abierto un hueco importante, tanto para fabricantes como distribuidores, que pueden ser aprovechado para la comercialización de tarjetas PCMCIA que doten de módem a todas las máquinas que no lo incorporan de serie.

Desde cualquier punto de vista, parece más recomendable la opción proporcionada por los módem PCMCIA, ya que permiten al usuario final la actualización de dicho dispositivo, a medida que se producen avances en la tecnología que incorporan dichos dispositivos. De esta forma, un usuario que disponga de un módem PCMCIA basado en la norma V Fast podría adquirir uno nuevo para soportar la norma V34, ya que ésta es el protocolo estándar para comunicaciones hasta 28.800 baudios.

Esta evolución, mediante una constante actualización de los productos, puede llevar, en un futuro no demasiado lejano, al uso generalizado de líneas RDSI (Red Digital de Servicios Integrados).

El incremento en las ventas de esta clase de equipos PCMCIA se debe, fundamentalmente, a dos hechos. Por un lado, está creciendo a un ritmo muy acelerado el número de teletrabajadores y, por otro, un aumento importante de las ventas de notebooks y subnotebooks.

Otros usos importantes

Si bien los modems son uno de los campos más importantes para el desarrollo de la tecnología PCMCIA, existen otros que presentan oportunidades de negocio igualmente interesantes.

Este es el caso de las redes de ár

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