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Sistemas operativos de bolsillo: a la conquista del mundo móvil

Aquellas personas que en su actividad laboral deben trabajar tanto dentro como fuera de la oficina, por obra y gracia de los nuevos métodos y formas de trabajo, suelen precisar de un dispositivo que puedan llevar encima a todas partes y en el que tomar todas sus notas como en una clásica agenda de mano, o bien compartir la información ya almacenada y convenientemente estructurada en el gestor de información personal (Personal Information Manager, PIM) de cualquier sistema de sobremesa. Ese es el objeto de este artículo, presentar la oferta disponible, con los pros y los contras de cada uno de ellos.

Estos equipos, que empezaron siendo una especie de organizadores personales electrónicos, han evolucionado hasta convertirse en una alternativa mucho más rápida, cómoda y eficiente que muchos ordenadores portátiles para los requerimientos del profesional que está un constante movimiento. En ellos, y en principio, se puede tener una copia del contenido del PIM del equipo de sobremesa, y cuando sea necesario salir de la oficina o de casa, basta sincronizar los contenidos de ambos para tener la agenda completa en el bolsillo. Si se hace alguna nueva anotación cuando se está fuera, con volver a sincronizar ambos equipos es suficiente y los datos se actualizarán en uno y otro sentido. Pero, ¿por qué conformarse con una simple agenda? Fuera de la oficina podemos necesitar un procesador de textos, una hoja de cálculo, consultar el correo electrónico o incluso navegar por Internet.
Todas estas funciones, y algunas más, se integran en estos pequeños asistentes que pueden llegar a pesar menos de 200 gramos, guardarse en el bolsillo de la camisa y que, además, pueden resolver un buen número de necesidades sin tener luego que duplicar el trabajo realizado, es decir, escribir dos veces la información.

Renovarse o morir
Las agendas electrónicas, que aparecían en la década de los 80 con el único objetivo de sustituir a las tradicionales de papel, y que en su origen eran lo más parecido a una simple calculadora, han experimentado una enorme evolución hacia un concepto mucho más ambicioso y potente para competir en el actual entorno informático. Así, se han convertido en auténticos y versátiles asistentes personales digitales cuya misión es hacernos la vida un poco más fácil.

Sistema operativo
Este primer punto, establece la diferencia más significativa entre los diferentes equipos condicionando también el posterior diseño y desarrollo de cada dispositivos de bolsillo. Después de lo comentado en páginas anteriores, poco queda añadir sobre este particular aspecto, teniendo siempre presente que las diferencias entre ellos son abismales primando intereses bien distintos en el diseño y funcionalidad de cada uno de los sistemas.
Sin profundizar demasiado, Windows CE o Pocket PC presenta un entorno conocido, flexible y totalmente compatible con la plataforma Windows de los equipos de sobremesa. Como inconvenientes principales frente a sus directos rivales su lentitud de respuesta y los altos requerimientos de hardware que precisa. En cambio, los sistemas propietarios Palm OS y EPCO 32 son totalmente opuestos a la versión "bolsillo" de Windows, ofreciendo una elevada rapidez de proceso, funcionalidad y sencillez, cualidades deseables en cualquier dispositivo de esta clase y muy apreciadas por una amplia mayoría de usuarios.
Para terminar con este punto, mencionar las innumerables aplicaciones de todo tipo existentes para los dispositivos de 3Com y Psion. Aunque la plataforma Windows no cuenta, de momento, con el mismo número de aplicaciones, su número ha crecido considerablemente durante este último año. No obstante, la mejora de este aspecto deberá venir acompañada de una mayor aceptación en el mercado de los productos bajo Pocket PC, siendo entonces cuando los principales fabricantes de software vuelquen sus esfuerzos hacia este nuevo entorno.

Pantalla
Era sólo cuestión de tiempo que las pantallas a color entraran a formar parte de los dispositivos de bolsillo. Asimismo, resultaba evidente que los equipos diseñados para trabajar bajo el entornos Windows CE ganaban muchos enteros con el empleo de pantallas a color, por ello los fabricantes fueron los primeros en dotar de esta posibilidad a sus equipos. Con esta maniobra se persigue hacer más amena y productiva, si cabe, la interfaz gráfica de la plataforma de Windows frente a las más rudimentarias y austeras capacidades visuales de sus rivales, y al mismo tiempo captar a un importante número de clientes incondicionales del color. Los detractores de la utilización del color en esta clase de dispositivos argumentaban el alto consumo energético que acarrean llegando a comprometer y condicionar fuertemente la autonomía de dicho equipos, así como, en los elevados recursos de hardware que requieren entorpeciendo aún más la velocidad de procesos de los sistemas que empleen pantallas a color.
No obstante, Palm no ha tardado mucho en reaccionar y acaba de poner en el mercado su nuevo equipo Palm IIIc que incorpora esta capacidad, donde ha conseguido solventar en buena medida los problemas anteriormente comentados. Lógicamente, el futuro pasa obligatoriamente por la demanda de equipos en donde el color sea una constante en las interfaces visuales con el usuario, y sin que represente un freno a las prestaciones y rendimiento de los sistemas que lo utilicen.

Rendimiento
Obviamente, para que los mayores requerimientos gráficos no resten prestaciones a la máquina, lo ideal sería que los distintos equipos contaran con potentes procesadores, pero en este particular sector de desarrollo todavía queda un largo camino por recorrer. Hasta la fecha, a pesar de que algunos dispositivo cuentan con procesadores de gran calibre, su rendimiento no está a la altura de otros mucho más modestos debido al lastre que supone el gobierno de las pantallas a color.
Por otra parte, para dar cabida y soporte al sistema operativo, las aplicaciones de explotación y a los diferente datos y documentos de todo tipo que se van generando en el uso diario, estas máquinas suelen disponer de cantidades de memoria ROM y RAM que varían notablemente de unos equipos a otros. Aquí la regla es bastante sencilla, cuanto más memoria mejor, aspecto que redundará directamente, no sólo en la posibilidad de almacenar una mayor cantidad de datos, sino que permite una mejor solvencia del sistema.

Conectividad
Este apartado lo componen varios parámetros relacionados entre si, como son la sincronización con el equipo de sobremesa, el acceso a los distintos servicios de Internet y las posibilidades de comunicación a través de los puertos de comunicación como pueda ser el de infrarrojos.
Para empezar, ActiveSync, HotSync y PsiWin son las aplicaciones de software que permiten la sincronización con el PC de sobremesa. Todas ellas cumplen con su misión sin que haya que destacar mayores diferencias entre unas y otras cuando se trabaja con las aplicaciones más o menos estándar del mercado. Lógicamente, para los clientes familiarizado con el entorno Windows y Office y que no quieran complicarse la vida en la conversión de documentos, su elección pasa ineludiblemente por la solución de Microsoft. No obstante, en los demás sistemas las herramientas de conversión están bastante logradas manteniendo un elevadísimo grado de compatibilidad entre las versiones de bolsillo y las aplicaciones de sobremesa. De todas formas, antes de decidirse por

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