Histórico

Sistemas GPS

La brújula digital

Por fin llegó la hora de tirar al cubo de la basura nuestro obsoleto mapa de carreteras e, incluso, también podemos hacer lo mismo con el desfasado callejero de nuestra ciudad o el de cualquier otra localidad de nuestro país. Los nuevos tiempos se imponen, lo digital reemplaza a lo analógico. Los navegadores GPS de última generación, son los nuevos instrumentos encargados guiar con inequívoca certeza y con todo lujo de detalles nuestro camino. Precisión, sencillez y precios cada vez más asequibles, son las claves de su irrefrenable éxito. Los sistemas navegación por satélite popularmente conocidos como GPS, junto a la cartografía digital, están cambiando radicalmente la forma y los métodos utilizados para conocer nuestra situación actual o fijar un rumbo hacia lugar concreto. Pese a la validez de los mapas y callejeros impresos, quién no ha querido llegar a un determinado lugar y se ha visto obligado a parar al primer viandante y preguntar cómo y por dónde se va a tal o cual sitio. Obviamente, no sin antes realizar alguna que otra arriesgada y seguramente ilegal maniobra a los mandos de nuestro vehículo hasta conseguir detenerlo y bajar la ventanilla para poder hablar con nuestro interlocutor. Con mucha fortuna daremos con alguien que nos pueda indicar el camino adecuado, pero en la mayoría de las ocasiones tendremos que ir repitiendo, una y otra vez, la misma pregunta hasta dar con el lugar indicado. Proceso que se complica hasta límites insospechados si nuestro punto de encuentro o destino final está fuera de los límites geográficos en los que nuestros conocimientos de idiomas resultan eficaces. Para resolver estas angustiosas situaciones y para otras muchas más aplicaciones prácticas, todas ellas relacionadas con la exacta determinación de un punto geográfico en la corteza terrestre de nuestro, por el momento azul planeta, sirven los dispositivos GPS. Un guía muy eficaz Aunque el sistema GPS y la tecnología asociada evidencian ciertos signos de envejecimiento, la realidad es que para muchos usuarios de a pie todo lo referente a los sistemas de navegación por satélite les resulta una auténtica novedad. De día o de noche, ya sea andando, en coche o, incluso, navegando por mar o por el aire, un sistema GPS convenientemente configurado y con el adecuado enlace con los satélites de referencia nos proporciona, a cada instante, una información bastante exacta de nuestra posición en referencia a un sistema de coordenadas o plano. Como en cualquier otro segmento comercial, la amplia diversidad de usuarios y sus respectivas distintas necesidades a las que puede dirigirse la tecnología GPS ha generado una nutrida oferta de soluciones repartidas en gamas que se ajustan, con menor o mayor éxito, a los requerimientos de cada ámbito de explotación específico. Desde los grandes y sofisticados sistemas que se instalan en aviones y barcos comerciales, a los sistemas portátiles y de bajo precio que centran el actual interés de muchos profesionales y particulares, la oferta disponible es muy amplia y diversificada. A este respecto y en el ámbito del uso personal, se pueden distinguir dos grandes segmentos. Hay quienes, por ejemplo, buscan la máxima libertad de movimientos y auxiliados por planos tradicionales, tan sólo precisan información de posición básica. En este grupo tienen cabida todo tipo de profesionales técnicos, desde ingenieros de caminos hasta militares y, como no, algún que otro aventurero. Por otro lado, cada vez hay más personas, de todo rango y condición, que estiman muy oportuno disponer de una solución de ayuda a la conducción en carretera, aunque por el momento son los profesionales del transporte los que encabezan este grupo. Por último y con el claro objetivo de popularizar la tecnología GPS, tanto los equipos informáticos portátiles y PDA así como los teléfonos móviles, incorporan, o pueden hacerlo de manera opcional, un receptor GPS con que cubrir en gran medida las demandas de los usuarios particulares, ya sea para aquellos que sólo vayan a utilizar el GPS de forma ocasional o para emplearlo como práctico dispositivo GPS vehicular. El copiloto digital Sin duda alguna, el ámbito de los transportistas es uno de los sectores en franca expansión más propensos a sacar el máximo partido de la tecnología GPS. Como cualquier otro software de mapas o de cartografía, los navegadores GPS en perfecta simbiosis con mapas digitales de carreteras permiten confeccionar una ruta, desde un lugar de origen hasta un destino, obteniendo una matriz de distancias, tiempo, o consumos Otras de las prácticas funcionalidades radica en la posibilidad de realizar rutas aplicándoles un factor determinante en la elaboración del camino entre el punto de origen y el de final. De este modo, el navegador puede establecer diferentes caminos para realizar la travesía en el tiempo más corto o por la vía más rápida o evitando carreteras secundarias o peajes. Así, una vez señalado el punto de origen y final, también se le puede indicar qué cualidad se quiere que tenga la ruta. Una vez establecido el itinerario el conductor se puede equivocar en un giro o aparecer un obstáculo no programado en nuestra ruta o, sencillamente, cambiar el rumbo. No hay problema, los actuales dispositivos GPS tienen la capacidad de recalcular automáticamente el itinerario cuando no se sigue la ruta programada. Así, si uno se desvía de la ruta establecida o no se siguen correctamente las instrucciones del navegador, el programa está capacitado para tomar la situación como una nueva coordenada de origen y recalcular la ruta en tan sólo un par de segundos para llegar al punto de destino fijado inicialmente. Aquí lo que importa es la precisión y velocidad de los cálculos de ruta, la claridad de las indicaciones visuales y sonoras, al más puro estilo Luis Moya. Aunque un PDA provisto con un receptor GPS, el software apropiado y un kit de instalación vehicular, es una solución perfectamente válida para estos menesteres, existen productos diseñados específicamente para cubrir con mayores funcionalidades estos cometidos en este concreto pero suculento terreno. Así, frente a los sistemas integrados de navegación y entretenimiento audiovisual en DVD que vienen ya instalados en algunos modelos de coche de gama alta, encontramos otras soluciones comerciales independientes con prestaciones y funcionalidades similares, pero con un precio algo más atractivo y que permiten una fácil instalación en el cualquier vehículo. En cualquier caso, soluciones para todos los gustos y bolsillos que van a lograr que la tecnología GPS se convierta en un sistema destinado al consumo masivo, aplicable a todo tipo de vehículos. Un producto de empresa Seguramente, habrá a quienes no les resulte sumamente atractivo disponer de un aparato que únicamente nos diga en que lugar nos encontramos. El teléfono móvil, en sus orígenes, era igualmente impopular e inservible. Sin embargo, cada vez se hace más patente para muchos usuarios particulares, la utilidad de los aparatos de GPS. Inicialmente un receptor de GPS básico simplemente nos proporciona una escueta información de localización respecto algún tipo de planimetría o sistema de coordenadas, aspecto que condicionaba su uso por parte de usuarios profesionales con amplios conocimientos o su utilización en aplicaciones científicas. Sin embargo, en los últimos años, las aplicaciones prácticas de estos dispositivos son mucho más numerosas y asequibles, gracias, sin duda alguna, a la perfecta simbiosis entre el versátil mucho de la informática móvil y la exactitud de los sistemas de navegación por satélite en combinación con mapas digitales. Tanto el amante de las rutas por carretera, como el profesional que tiene que desplazarse por la geografía española o europea, pueden ahorrar tiempo y kilómetros de ruta y viajar con seguridad si instala uno de estos dispositivos en el salpicadero de su vehículo. La mayoría de coches de gama alta incorporan un avanzado navegador GPS, aunque para aquello

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