Sharp también confirma pérdidas y reducirá plantilla
Las compañías japonesas continúan siendo protagonistas por los malos resultados económicos que están obteniendo. La última ha sido Sharp, que acaba de anunciar que espera perder cerca de 1.000 millones de dólares en el ejercicio fiscal que finaliza el próximo 31 de marzo.
Ante la situación económica que estamos atravesando, y que se está cebando con las empresas japonesas, Sharp se ha visto obligado a revisar a la baja sus previsiones económicas y acaba de asegurar que sus ventas serán un 15 por ciento menos de lo que en un primer momento calculó.
Además, la compañía asegura que sus pérdidas netas llegarán a los 1.100 millones de dólares. Cabe señalar que, en lo que respecta a sus ventas, éstas han supuesto, en los primeros nueve meses del año fiscal, 25.277 millones de dólares, lo que supuso una caída del 10,3 por ciento con respecto al mismo período del año anterior.
En octubre, la compañía japonesa pronosticó que obtendría un beneficio neto de 660 millones de dólares, y el operativo alcanzaría los 1.430 millones de dólares.
Según la multinacional, los resultados son consecuencia de la recesión global y de la depreciación del yen.
Las medidas que va a adoptar la multinacional japonesa apuntan a que despedirá 1.500 trabajadores además de que va a cerrar dos fábricas de pantallas de LCD en Japón, algunas líneas de producción, y va a recortar los salarios de sus ejecutivos entre un 30 y un 50 por ciento.
Además, la compañía asegura que sus pérdidas netas llegarán a los 1.100 millones de dólares. Cabe señalar que, en lo que respecta a sus ventas, éstas han supuesto, en los primeros nueve meses del año fiscal, 25.277 millones de dólares, lo que supuso una caída del 10,3 por ciento con respecto al mismo período del año anterior.
En octubre, la compañía japonesa pronosticó que obtendría un beneficio neto de 660 millones de dólares, y el operativo alcanzaría los 1.430 millones de dólares.
Según la multinacional, los resultados son consecuencia de la recesión global y de la depreciación del yen.
Las medidas que va a adoptar la multinacional japonesa apuntan a que despedirá 1.500 trabajadores además de que va a cerrar dos fábricas de pantallas de LCD en Japón, algunas líneas de producción, y va a recortar los salarios de sus ejecutivos entre un 30 y un 50 por ciento.
