Histórico

Más de 100 MB por menos de 100.000 Ptas.

La informática actual impone la necesidad de grandes capacidades en las unidades de almacenamiento

Las nuevas tecnologías informáticas, donde cada vez se demanda más cantidad de información y, a la vez, el hecho de que ya todas las aplicaciones sean gráficas, hacen que se necesite cada vez más capacidad de almacenamiento. Sólo hay que comparar el aumento de la capacidad media de los discos duros que se instalan ahora y los que se instalaban hace un par de años. Además, la proliferación de los sistemas multimedia, que necesitan gran cantidad de recursos, está obligando al usuario a disponer cada vez de más. Uno de estos es el almacenamiento que, además de requerirse en mayor cantidad, exige para algunos campos la posibilidad de guardar datos externos al ordenador, es decir, poder archivar la información externa al ordenador para luego poder de nuevo consultarla rápidamente. Ejemplo claro sería la inmensa cantidad de memoria que cualquier aplicación multimedia necesita (fotografías, sonido, vídeo, etc.) y que su almacenamiento en el mismo ordenador es un problema de organización y espacio para el usuario.

Por otro lado, toda esta elevada cantidad de datos que cualquier usuario maneja hace casi irrisorio el uso de los sistemas de almacenamiento convencionales como pueden ser los disquetes estándar, sobre todo por el elevado número de ellos que harían falta. Como ejemplo baste decir que un usuario corriente debe tener almacenado en su disco duro un mínimo de 400 ó 600 MB, y si quisiera realizar una copia de seguridad de él necesitaría en discos convencionales unos 325. Eso sin considerar las necesidades que tienen todos los usuarios que trabajan con tecnologías multimedia, donde además del problema del espacio tenemos el añadido de la velocidad de transmisión de estos datos.

Una vez establecida y conocida la necesidad de esa capacidad de almacenamiento superior, y llegada la hora de introducir nuevas unidades en nuestro sistema, nos encontramos con la duda de elegir entre una unidad fija u otra removible. La primera diferencia está claramente en el precio, superior en una unidad extraíble, si bien por un precio ínfimo, conseguimos nuevos removibles que pueden ser tratados por separado. A este factor hay que añadir la portabilidad de la información, bien sea para su archivo o bien para su traslado.

Como último dato condicionante de las nuevas necesidades están las ya mencionadas copias de seguridad, copias que todo usuario debe tener para evitar posibles traumas y ante cualquier catástrofe recuperar la información, como cada vez el propio sistema tiene mayor tamaño, hay también mayores requerimientos tanto de capacidad como de velocidad.

Tipos y opciones

Actualmente, en el mercado nos encontramos con diversas tecnologías a la hora de seleccionar un sistema. Las más importantes, tanto por su comercialización como por su uso son: Travan, que son unidades de cinta de backup, que han evolucionado en tecnología, son muy lentas pero baratas; removibles magnéticos, que son evoluciones en extraíble de los discos duros que usan las mismas tecnologías, y son las unidades más rápidas que hay en el mercado; y magneto ópticos, que son unidades de tipo óptico que se basan en la tecnología láser, son lo más parecido a un CD-ROM y, aunque no son tan rápidas como las magnéticas, ofrecen una tecnología más moderna. Cada una de ellas tiene sus ventajas y sus inconvenientes y sobre todo, su cliente, según las necesidades del mismo.

Todas estas unidades se hallan disponibles en una serie de opciones que van a condicionar el funcionamiento del dispositivo casi tanto como sus propias características. La primera de estas opciones es la interfaz que usan para comunicarse con el ordenador. Esta nos va a determinar principalmente la velocidad de transferencia de datos:

SCSI: Es la más rápida hoy en día, si bien para su funcionamiento necesita de una tarjeta controladora, tarjeta que a su vez podremos utilizar para la instalación de hasta seis dispositivos más. Se encuentra disponible tanto interno como externo.

IDE: Consiste en la instalación de la unidad como si fuera otro disco duro más, tiene la ventaja de su sencillez, pero por el contrario limita su instalación al interior y al número de unidades instaladas (2 en caso IDE y 4 para el caso E-IDE).

Paralelo: Por su versatilidad es casi el más vendido, pues su sencillez radica en una instalación mínima y rápida. Son unidades siempre externas que, por el contrario, tienen el inconveniente de ser las más lentas de todas.

Propietaria: Todavía, aunque cada vez menos, quedan algunas unidades que necesitan su propia controladora. Esto tiene dos visiones. Por un lado la optimización máxima está garantizada, mientras que por el otro su compatibilidad radica en el transporte de la tarjeta. Suelen ser unidades internas.

Como ya hemos dicho, este tipo de unidades casi siempre se encuentran disponibles tanto en versión interna como externa, lo que nuevamente nos plantea una duda sobre cual es la más acertada de las dos, y encontramos pros y contras en cada una de ellas. La interna nos evita posibles caídas y nos ahorra espacio al integrarse dentro del equipo. A la vez nos obliga a abrir el equipo para su instalación, eso sí, una instalación francamente sencilla y que no debe plantear ninguna complicación a cualquier usuario medio. Pero, por otro lado, la externa nos brinda la posibilidad de que con simplemente enchufar y desenchufar podamos cambiarla de ordenador, con la sola instalación de los controladores adecuados.

Una conclusión que podemos sacar de todo esto es la oposición de velocidad con portabilidad, salvo en el caso de las unidades SCSI externas, pero que nos obligan a tener tarjetas en todos los ordenadores que la quieran usar.

Como podemos ver, el mercado en este terreno no ha hecho más que empezar, y el aumento progresivo de las necesidades del usuario hacen que este sea un sector llamado a crecer en los próximos años.

Mediante el presente artículo no queremos hacer una comparativa entre los sistemas evaluados, sobre todo porque tanto sus características como su precio los ubica en escalafones totalmente distintos. Son maquinas con algunos puntos en común que están pensadas para unas necesidades concretas y distintas y que tendremos que determinar para acertar en nuestra elección.

Fujitsu M2541-BD

"Tecnología para una unidad con futuro"

El Fujitsu es un dispositivo que utiliza la tecnología magneto-óptica. La unidad en cuestión tiene un uso polivalente en cuanto a sus funciones, y la capacidad de 230 MB le hace estar a caballo de las demás unidades probadas en cuanto a su capacidad de almacenamiento, mientras que, por otro lado, su compatibilidad con otro tipo de magneto ópticos le hace una opción muy interesante, ya que tanto el formato como la capacidad son un estándar de hecho. Pero, sin embargo, la utilización como unidad interna le merma las posibilidades de portabilidad que tienen otros aparatos. La unidad esta pensada para su funcionamiento como disquetera de gran capacidad y alto grado de compatibilidad. De hecho, es compatible con los cartuchos magneto-ópticos de 128 y 230 MB. Su instalación se lleva a cabo exactamente igual que si fuera una disquetera de 3,5 pulgadas, con la pequeña salvedad de la conexión del bus, que se hace al del disco duro y no al del floppy. La apariencia del cartucho es prácticamente idéntica a la de un disco de 3,5 pulgadas, pero un poco más ancho. La unidad instalada en la carcasa del ordenador parece una unidad de floppy más que un magneto óptico.

La principal ventaja de este tipo de unidades es el futuro que tienen, ya que dada su tecnología y su integración el ordenador, así como la portabilidad y estandarización de sus discos parecen estar llamadas a ser ellas, o alguna otra unidad de este tipo de características, las futuras sustitutas de las ya obsoletas unidades de disquetes que

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