Histórico

Llega el scam: la última amenaza de Internet

Los internautas que buscan trabajo en la Red se pueden convertir en coatores de un delito

A principios del mes de julio, y si no sufríamos ya bastantes amenazas en Internet, una nueva forma de estafa irrumpió en escena. Conocida como scam, el objetivo es robar a aquellos internautas que buscan trabajo utilizando la Red. Además, esta nueva forma de estafa se divide en tres fases y utiliza algunas de las técnicas del phishing. ¡Ojo! Esta técnica puede ser más peligrosa, si cabe, que el phishing, ya que los “estafados” se pueden convertir, sin comerlo ni beberlo, en coautores de un delito, con las consiguientes penas.

Conocida bajo el nombre de scam, el pasado mes de julio aparecieron los primeros afectados por esta nueva forma de “estafar” a los internautas.
Según fuentes del Ministerio del Interior, “sus autores son delincuentes procedentes de diversos países, principalmente de la antigua Europa del Este, que dominan el mundo de la informática y los idiomas, poseyendo además conocimientos jurídicos del área donde actúan”.
Esta estafa se desarrolla en tres fases, “en las cuales se ven implicados ciudadanos inocentes que buscan empleo a través de la Red”, afirma el comunicado del Ministerio del Interior. Estos internautas, además, se convierten, sin ellos saberlo, en coautores de un “hecho delictivo”.

La primera fase
Como ya hemos mencionado, el scam se divide en tres fases. La primera de ellas consiste en captar a los futuros estafados a través de difundir ofertas de trabajo fácil desde el domicilio, “del que se pueden obtener grandes beneficios”. Las ofertas se realizan desde “diversas empresas” utilizando los chats, el correo electrónico o páginas de Internet.
Pero, ¿en qué consisten las ofertas de trabajo? Éstas consisten en hacer de intermediario de transferencias internacionales de ciertas cantidades de dinero, “ofreciéndose en concepto de remuneración un cierto porcentaje”, asegura el comunicado.
Los requisitos para poder “optar” al trabajo son: disponer de una conexión a Internet de 24 horas, tener cuenta corriente propia y conocer los sistemas internacionales de envío de dinero. “Precisamente este conocimiento de los medios de envío de dinero se busca para ofrecer una apariencia de legalidad, haciendo ver que no tiene nada que ver con el blanqueo de capitales, apoyándose además en conocidas empresas legales de pago por Internet tales como PayPal o Western Union”.
Además, en esta información se incluye un formulario que debe de ser rellenado con el número de cuenta y algunos datos personales. Cabe señalar que, al igual que ocurre con otro tipo de amenazas, esta página suele tener numerosos errores ortográficos o gramaticales que deben de hacer desconfiar a los usuarios sobre la legalidad de la acción.

En la segunda fase ya entra el phishing
Y llegamos a la segunda fase. En ésta el phishing juega un papel decisivo ya que, una vez que los estafadores han captado a las personas que, sin saberlo, van a realizar la estafa, los delincuentes utilizan las técnicas del phishing.
Así, mediante un envío masivo en nombre de entidades bancarias, imitando su página Web aunque con faltas ortográficas, consiguen que los usuarios de banca on-line introduzcan sus datos personales, número de cuenta y clave de acceso financieras a través de Internet. Y aquí finaliza la segunda fase.

La tercera: el robo
Una vez que los “estafadores” se han hecho con las claves de los usuarios comienza la tercera fase. En ésta los delincuentes, “utilizando las claves que han obtenido durante el transcurso de la segunda fase, comienzan a efectuar transferencias de fondos de esas cuentas hacia las de los intermediarios”, informa el comunicado del Ministerio del Interior.
Una vez que se ha realizado el ingreso, los estafadores contactan con los intermediarios a través de mensajes de correo electrónico indicándoles las directrices sobre cómo y dónde remitir el dinero, una vez obtenida la comisión que a la hora de la “contratación” se acordó.
De esta forma, el dinero es remitido por el intermediario a terceras personas “mediante transferencias que efectúan en empresas de envío rápido de dinero. Así se cierra el círculo y el dinero finaliza en manos de los delincuentes, dificultando a los investigadores a seguir el camino recorrido por el mismo”, afirma el Ministerio del Interior.

Coautores del delito
A pesar de que esta estafa se puede considerar igual de peligrosa que el phisihing lo cierto es que el scam cuenta con un elemento aún peor: el hecho de que los intermediarios se convierten, sin saberlo, en coautores de un delito, arriesgándose a sufrir las penas correspondientes.
Y es que como sospechosos quedan únicamente los internautas que originalmente buscaban empleo a través de Internet, los cuales se han convertido en cómplices. “Estos, además, desconocen casi todo de sus empleadores, debido no sólo al anonimato de la Red sino también a su ubicación en países con bajo grado de colaboración judicial y de policía internacional, siendo difícil llegar hasta los verdaderos cerebros de la trama delictiva”, asegura el Ministerio del Interior.

Los primeros casos
A pesar de que esta práctica es muy nueva, lo cierto es que ya existen cuatro imputados en Valladolid, los cuales fueron captados por una de estas redes, por haber sido intermediarios. De hecho, gracias a uno de ellos se ha podido conocer esta nueva forma de estafa, ya que puso los hechos en conocimiento de la Policía al sospechar que el dinero que pudiera estar transfiriendo no tenía un origen legal.
Es por este motivo que desde el Ministerio del Interior se asegura que “es fundamental que los ciudadanos conozcan estos datos y que observen con desconfianza este tipo de ofertas de trabajo, ya que es muy extraño que el mercado bancario ofrezca posibilidades de gran beneficio económico mediante la realización de transferencias, pues en este caso dichas operaciones mercantiles habrían sido efectuadas por los propias entidades”.
Para no ser “reclutados” o “estafados”, se debe de acceder a los servicios que ofertan las diferentes entidades bancarias únicamente a través de las páginas Web oficiales de cada banco, además de que no se debe nunca introducir claves o datos personales en mensajes o enlaces que nos hayan llegado a través del correo electrónico. Asimismo, otra forma de prevención en fijarse en la ortografía y gramática de dichos mensajes, ya que suelen incluir numerosos errores.
Y, para no ser víctimas de virus u otro tipo de amenazas que circulan por Internet, cabe recordar otros consejos como: comprobar el antivirus del que se dispone, así como instalar las actualizaciones; desconfiar de los mensajes en otros idiomas; no abrir aquellos con un asunto poco habitual (a pesar de que sean enviados por conocidos); o no instalar programas u herramientas de Internet a no ser que se esté seguro de su procedencia.


“Las víctimas son coautores de un hecho delictivo,
que les pueda acarrear penas considerables”
David Sancho, ingeniero de Trend Labs de Trend Micro
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En los últimos meses ha aparecido una nueva amenaza denominada scam. ¿En qué consiste?
- Aparece como una oferta de “trabajo fácil desde casa” en la

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