Histórico

Las nuevas capacidades

Equipos de última generación

Aunque desde hace algunas décadas las hipótesis más futuristas habían convertido el principio de siglo en una barrera mítica en la que supuestamente iban a producirse cambios espectaculares en nuestra forma de vida, incluso había quien situaba en esta fecha el tantas veces anunciado fin del mundo, lo cierto es que en este esperado cambio de milenio nuestro entorno más inmediato no ha cambiado de manera espectacular.

Indudablemente, las nuevas tecnologías han traído consigo una serie de mejoras en nuestra calidad de vida que han alterado profundamente, en el transcurso de varias décadas, nuestros hábitos personales y laborales e, incluso, nuestras relaciones sociales y de convivencia. Sin embargo, estos cambios no han sido especialmente significativos durante este último año, sino que durante el mismo se ha experimentado una progresión similar a la de anteriores períodos.

La realidad informática
De entre todas estas tecnologías emergentes, ha sido quizá la informática la que ha obtenido un mayor índice de desarrollo en los últimos años. Este desarrollo ha sido impulsado en gran medida por la impresionante evolución, no sólo del hardware, que ha multiplicado espectacularmente sus prestaciones con respecto a los primeros ordenadores personales, sino también del software, que ha hecho posible la utilización de los equipos informáticos en un amplio número de aplicaciones profesionales y ha posibilitado, además, la integración de estas complejas máquinas en todos los hogares.
La situación actual del mercado informático pasa estos días por una situación un tanto delicada, ya que a la desaceleración económica mundial que se venía padeciendo desde principios de año, se ha unido la crisis provocada por los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y la posterior escalada bélica como consecuencia de estos mismos acontecimientos. A pesar de todo, la venta de ordenadores y dispositivos informáticos sigue constituyendo un soporte muy importante para el mantenimiento de la economía a nivel mundial. Concretamente, y según datos revelados por la consultora IDC, las ventas mundiales de ordenadores durante el pasado año se situaron en 131,7 millones de unidades, con una previsión para el final de este año de 129,6 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Estas cifras nos proporcionan una clara idea de la importancia de este sector productivo a pesar del ligero descalabro sufrido durante estos últimos doce meses, según todos los datos que les hemos ido ofreciendo en nuestros últimos números. Además, esto es sólo una parte de esta activa economía, a la que hay que añadir el volumen comercial que se produce en el área de los servicios relacionados con la informática, en aspectos como la formación, el mantenimiento de sistemas o el comercio electrónico.

Funciones avanzadas
Las buenas perspectivas de negocio en el sector informático de cara a un futuro próximo contribuyen en gran medida al continuo desarrollo de nuevos dispositivos dotados de revolucionarias tecnologías, que aumentan constantemente las capacidades de los equipos informáticos potenciando, a su vez, su utilización en todos los entornos, e incrementando paulatinamente las áreas de aplicación de los mismos. Estas tecnologías pueden ser enmarcadas en muy distintas áreas y estar dedicadas a diversas tareas, entre las que podemos destacar las comunicaciones, seguridad de los datos, integridad del sistema, gestión remota o administración de energía. Habitualmente, la mayoría de estas funciones están integradas en la placa base, ya que es este dispositivo el encargado de integrar los componentes básicos del equipo como la BIOS o el chipset y son precisamente estos los encargados del control de todo el sistema. De este modo, la mayoría de los distintos conectores y puertos que permiten la comunicación del sistema con otros dispositivos, tanto internos como externos, así como los controladores que posibilitan las funciones avanzadas, se encuentran integrados en la placa base o son implementados por el firmware del chipset o la BIOS, respectivamente, de modo que la capacidad de comunicación del equipo y el soporte de las distintas funciones viene determinada principalmente por la capacidad de dichos dispositivos y consecuentemente por la placa base del sistema.

Comunicarse o morir
En el terreno de las comunicaciones se apuesta tanto por la adopción de nuevos estándares como por la ampliación de las capacidades de los ya existentes, en busca de ofrecer al usuario las cada vez más exigentes prestaciones que requieren las modernas aplicaciones y dispositivos. La ya veterana interfaz ATA (AT Attachment), que posibilita la comunicación con los distintos sistemas de almacenamiento, ha visto mejoradas ostensiblemente sus prestaciones desde su aparición, redundando en una mejora sustancial en el rendimiento de todo el sistema. Concretamente, en la primera especificación de esta tecnología se alcanzaba una velocidad de transferencia máxima entre el sistema y los dispositivos IDE de 33 MBps. Posteriormente, esta velocidad se vio incrementada hasta los 66 MBps mediante la integración de control de errores en la controladora del dispositivo, la incorporación de la tecnología UltraDMA y la adopción de un cable de datos de 80 hilos, frente a los 40 hilos utilizados en la especificación anterior. Actualmente, la velocidad máxima de la interfaz ATA se sitúa en los 100 MBps, gracias a la reducción en el ciclo de reloj que ha pasado a ser de sólo 40 nanosegundos. Aunque con una escasa presencia en el mercado, ya existe una nueva actualización de esta interfaz, la Ultra ATA/133, la cual introduce mejoras significativas tanto en la tasa de transferencia máxima como en la posibilidad de una mayor capacidad de direccionamiento, superando de este modo la limitación de los 137 GB actuales.
Otro de los sistemas de comunicación plenamente integrados en los modernos equipos informáticos que ha visto mejorada sus prestaciones recientemente en es la interfaz USB, que ha alcanzado su especificación 2.0. Bajo este nuevo estándar, desarrollado desde su primera especificación 1.1, este puerto ha visto ampliada su capacidad de transferencia máxima desde los 1,5 MBps (12 Mbits por segundo) hasta los 60 MBps (480 Mbits por segundo). Entre los sistemas de comunicación de más reciente aparición se encuentra el estándar IEEE 1394, también denominado Firewire, que consigue unas tasas de transferencia de hasta 400 MBps y ha sido creado especialmente para promover la comunicación con dispositivos de imagen que precisan de un gran ancho de banda.
Por otro lado, es habitual contar con la presencia de sistemas de comunicación que, en lugar de las altas tasas de transferencia, persiguen la manejabilidad y portabilidad de los sistemas, como la interfaz IrDA (Infrared Data Association), protocolo para la comunicación con dispositivos inalámbricos que permite velocidades entre los 96 Kbps y los 4 Mbps. Asimismo, la cada vez más extendida disposición de los equipos informáticos corporativos en el conjunto de una LAN (red de área local), ha promovido la integración en los equipos informáticos de sistemas de comunicación remotos de alta capacidad, generalmente Fast Ethernet, con tasas de transferencia de hasta 100 MBps, aunque en breve plazo se hará realidad la migración hacia la nueva especificació

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