Histórico

La brecha que no se rompe

España se sitúa lejos de los países europeos en el uso de Internet

A pesar de todo lo que hemos avanzado en materia de Sociedad de la Información, lo cierto es que, a pesar de los esfuerzos, la brecha digital entre los países de nuestro entorno y las diferentes comunidades autónomas todavía persiste. Por lo menos, eso es lo que asegura un informe realizado por la Universidad Rey Juan Carlos, que, además, asegura que tanto España como las comunidades autónomas menos desarrolladas en Sociedad de la Información tienen que “ponerse las pilas”.

Analizar la brecha digital que existe entre los países europeos y entre las diferentes comunidades autónomas. Ése es el objetivo de la investigación “Factores explicativos de la receptividad ciudadana a Internet. Estudio comparado”, desarrollado por el grupo ANIMA+D de la Universidad Rey Juan Carlos.
¿Cuál es la principal conclusión? Tal y como asegura Rosa Berganza, directora del estudio, “estas dos brechas, la que separa a España de los países más avanzados de la UE y la que existe entre unas comunidades autónomas y otras, tienen notables repercusiones en el conocimiento y el acceso a Internet, lo que permite hablar no sólo de brechas digitales, sino también de brechas en el conocimiento”.

Separación entre comunidades
¿Uno de los principales problemas a los que tiene que hacer frente España es a la brecha digital interna, es decir a aquella que afecta a las comunidades autónomas.
Si nos fijamos en el último informe del Instituto Nacional de Estadística, estos ponen de manifiesto esta brecha interregional. Así, es la Comunidad de Madrid, con un 49,9 por ciento, la que tiene un mayor porcentaje de penetración de Internet. Le siguen Cataluña y Baleares, con el 46,7 por ciento y el País Vasco, con un 45,4 por ciento de penetración.
En el lado opuesto de la lista se encuentra Extremadura que, con un 22,8 por ciento de penetración, tiene el porcentaje de utilización más bajo de todas las comunidades autónomas. A continuación está Castilla. La Mancha, con un 31,5 y muy de cerca Galicia, con un 31,6 por ciento.
¿Cuáles son las causas? Según los autores del estudio, las variables de tipo económico y educativo tienen una incidencia notable a la hora de determinar quién accede o no a Internet. “El perfil económico de las distintas comunidades sigue siendo determinante para su posición en el ranking. El nivel de renta, la inversión en I+D y, en menor medida, el crecimiento económico, son variables que correlacionan directamente con el grado de desarrollo de la sociedad de la información”, destaca Rosa Berganza, quien continúa asegurando que “el ritmo de crecimiento de Internet se acelera en las comunidades autónomas con mayor nivel educativo. En este sentido, las regiones con mayor fracaso escolar y menor índice de lectura de prensa, son también las que figuran a la cola en el uso de Internet”.

Más conclusiones
Si continuamos con las conclusiones del informe, cabe señalar que el uso de Internet es directamente proporcional al uso de las TIC. “Esta afirmación podría servir para que las comunidades autónomas no abandonen sus políticas de extensión de la banda ancha, principalmente, y para seguir impulsando la penetración en los hogares”, apunta la investigadora.
Por otra parte, los efectos de la inversión en TIC realizada en las distintas comunidades autónomas se observan no tanto en las comunidades de cabeza en el uso de Internet, como Madrid, como en las que se sitúan en las últimas posiciones. “Sí parece haber sido determinante en la mejora experimentada por comunidades que se hallaban en 2000 mucho más lejos que ahora en los objetivos comunitarios, como es el caso de Castilla-La Mancha o de Extremadura”, asegura Rosa Berganza.

Diferencias entre países
En lo que respecta al Viejo Continente, según el Eurobarómetro, en España la adopción de Internet por parte de la ciudadanía es presenta tasas sensiblemente inferiores a los países de cabeza de la UE. En concreto, se encuentra en la vigésima posición entre los 32 países europeos que son objeto de estudio. Para analizar las diferencias existentes entre los países europeos en la adopción de Internet, los investigadores han trabajado con el Índice de Oportunidades Digitales desarrollado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, que tiene como fin monitorizar los avances en la superación de la brecha digital. Así, dividen los países europeos en cuatro zonas de desarrollo de la sociedad de la información: una zona de oportunidades digitales baja, media-baja, media-alta y alta.
De acuerdo a este índice, España se encuentra en una zona de oportunidades media-alta, con el mismo índice que Bélgica y Estonia y por debajo de Alemania. En la zona de oportunidades baja se encuentran países del Este de Europa como Polonia, Rumania, Croacia o Bulgaria. En la zona de oportunidades media-baja se encuentran países como Irlanda, Chipre, Hungría o Malta. Y en la zona de oportunidades digitales alta se encuentran los países con mayores tasas de penetración de Internet, como los países nórdicos, Holanda, Austria, Gran Bretaña y Alemania.

Cómo se mide
Cabe señalar que el informe detecta cuatro variables que inciden en el diferente desarrollo entre países europeos. En primer lugar, el liderazgo de opinión, que se mide a través de la frecuencia con la que se entablan conversaciones políticas. “La relación entre el liderazgo de opinión y el uso de la red es particularmente significativa en los países con mayores tasas de adopción de Internet”, aclara Rosa Berganza.
Una segunda variable es la edad. En los países de mayor penetración a Internet cobra una especial importancia la brecha generacional, aunque también está presente en el resto de naciones: entre los que no utilizan la red se observa un alto predominio de personas mayores de 55 años. Los más jóvenes, en cambio, tienden a utilizar mucho más Internet. Sin embargo, hay que diferenciar entre los jóvenes con formación universitaria y el resto. En las zonas de oportunidad media-alta, como España, los sectores más jóvenes que no alcanzan un grado de formación universitario son más propensos a no utilizar Internet, mientras que la práctica totalidad de jóvenes con estudios universitarios son usuarios.
Un tercer factor es la lectura diaria de prensa y el consumo de telediarios y, la cuarta variable a la hora de predecir el uso de Internet el tipo de hábitat. Y ello es mucho más acusado en los países de menores oportunidades digitales. El mayor número de usuarios son residentes en hábitats urbanos.
En definitiva, todavía nos queda mucho por hacer.

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