Histórico

Josep Piqué, ministro de Ciencia y Tecnología

"El Gobierno es consciente del riesgo que corremos si no estamos a la altura tecnológica y de la oportunidad que ésta supone"

Después de pasar por los Ministerios de Energía e Industria y Asuntos Exteriores, Josep Piqué i Camps llegó a ser el máximo responsable de la cartera de Ciencia y Tecnología en julio de 2002. El desarrollo de iniciativas como la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSICE) o la puesta en marcha de un nuevo plan de I+D+i son sólo algunos de los proyectos protagonizados por el Ministro durante el casi año que lleva al frente del ministerio de Ciencia y Tecnología. Aún así, Josep Piqué es consciente de que, para que España se ponga a la altura de otros países de la Unión Europea (UE), tiene que llevar las Nuevas Tecnologías al ámbito educativo, a la Administración Pública y a la PYME.

En su opinión, ¿cuál es la situación actual de la Sociedad de la Información en España en relación con la UE?
- No es mala, pero no nos debemos conformar. Tenemos un buen índice de penetración de la telefonía móvil, de la televisión, de los equipos de ocio en el hogar, de líneas ADSL y, sin embargo, estamos por debajo de la UE en la adquisición y uso de ordenadores en los hogares y en conexiones a Internet. Hay muchos temas en los que estamos francamente bien y otros en los que tenemos una brecha considerable.
El Gobierno es consciente del riesgo que corremos si no estamos a la altura tecnológica y de la oportunidad que supone. Por ello, estamos trabajando en focalizar los esfuerzos, que deben ser de todos y no sólo de la Administración. En este sentido, vamos a concentrar esos esfuerzos en tres frentes para llevar las tecnologías al ámbito educativo, a la Administración y a las pequeñas y medianas empresas.

¿Qué acciones se están adoptando desde la UE para reducir la distancia entre los países miembros en lo que a desarrollo tecnológico se refiere?
- La Comisión Europea aprobó el pasado año un Plan de Acción, el eEurope 2005, que pretende fomentar el desarrollo de la Sociedad de la Información en todos los países de la UE.
En concreto, este plan está trabajando ya en cuatro grandes áreas: los servicios públicos en línea, que no sólo comprende las gestiones de los ciudadanos con la Administración sino también la enseñanza y la sanidad electrónica; el negocio electrónico; las infraestructuras seguras; y la banda ancha.

Algunas informaciones aseguran que España destina el 0,9 por ciento del PIB a Investigación y Desarrollo (I+D), mientras que la media de la UE es del 1,9 por ciento y la de EE.UU. asciende al 2,9 por ciento. ¿Van a ampliar las inversiones en investigación y desarrollo?
- Es cierto que estamos por detrás de lo que deberíamos estar. Sin embargo, es importante matizar ciertos aspectos. Por ejemplo, a pesar de que en términos nominales el gasto en I+D creció un 8,9 por ciento, la inflación y el crecimiento del PIB han hecho que esta variación no se haya visto reflejada de forma significativa en la participación en nuestro PIB.
Hay que tener en cuenta, además, que partíamos desde una posición muy baja y que desde 1996 se vienen realizando esfuerzos muy importantes para reducir el diferencial con Europa. Pero debido, precisamente, a esa posición de partida, reducir distancias cuesta más. Como ejemplo, valga decir que en los últimos 7 años los Presupuestos Generales del Estado han multiplicado por 3,5 veces el gasto destinado a I+D y por 3 veces el gasto en I+D civil.
De acuerdo con los últimos estudios de la Unión Europea, el crecimiento de nuestro gasto público en I+D entre 1995 y 2000 ha sido el más alto de Europa (10,2 por ciento frente a una media del 1,5 por ciento). Y todo ello en un escenario de equilibrio presupuestario. Nuestro problema es, fundamentalmente, el bajo nivel de inversión en I+D de las empresas. Y ahí es donde tenemos que incidir. En los países más desarrollados son las empresas las que tienen mayor peso en la I+D, cosa que no ocurre en España. Debemos concienciar a las empresas de la importancia que tiene la I+D de cara a la competitividad, a su competitividad, en el futuro.

Otra de las iniciativas de su Ministerio consiste en otorgar a las empresas que inviertan en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) unas certificaciones que les eximan de pagar al Estado por dichas inversiones. ¿Qué previsiones tiene el Ministerio con relación a esta medida?
- La iniciativa va a permitir a las empresas que tengan el certificado desgravar por sus gastos en I+D. No podemos hacer previsiones, pero sí le puedo asegurar que esta iniciativa, realizada conjuntamente con el Ministerio de Hacienda, dará seguridad a las empresas frente a sus gastos en I+D.
De manera orientativa podríamos decir, aunque sea un cálculo bastante inexacto, lo siguiente. Las empresas españoles destinaron 3.261 millones de euros durante 2001 en acciones relacionadas con I+D. Sobre este gasto total, las compañías desgravaron, a través del impuesto de sociedades, unos 200 millones de euros. Esto supone que las empresas españolas desgravaron por I+D alrededor de un 6 por ciento de su gasto total por este concepto.
Sin embargo, y gracias al actual sistema de desgravación fiscal, mejorado desde 1997 y con un impulso definitivo en 2000 (según la OCDE, el sistema fiscal de España es el más favorable para la I+D), las empresas podrían haber desgravado una media del 30 por ciento sobre el gasto total que habían destinado a I+D. Esto significa que las empresas han desgravado sólo una quinta parte de lo que podrían por su gasto en I+D.
La introducción del certificado de I+D esperamos que suponga un impulso a la inversión en I+D por parte de las empresas, ya que, además de la importancia que tiene en sí misma la inversión en I+D, las empresas tendrán la seguridad de que es un gasto deducible.

Su Ministerio acaba de aprobar un nuevo Plan Nacional de I+D+i, que será el sustituto del que en la actualidad está vigente y que estará en funcionamiento hasta el año 2007 . ¿Cuáles son las principales directrices de este nuevo proyecto?
- El Plan Nacional de I+D+i actual tiene vigencia hasta el próximo 31 de enero. Como bien dice, en estos momentos nos encontramos dando los últimos retoques a lo que será el Nuevo Plan 2004-2007, y el objetivo para el que se está trabajando duro es poder desarrollar un programa que sea garantía de futuro.
En este Plan están participando, además, todos los agentes involucrados en el desarrollo científico, técnico y empresarial del país, con el fin de que sea lo más completo y eficiente posible.

A finales de 2001, el Ministerio de Ciencia y Tecnología aprobó un plan mediante el cual iba a favorecer con incentivos fiscales a las PYMES que invirtieran en equipamiento tecnológico con deducciones del 10 por ciento. ¿Qué otras medidas se están tomando desde el Ministerio para fomentar la inversión de las empresas?
- Existen deducciones por el uso de las nuevas tecnologías, por gastos de formación de personal en el uso de éstas y, para aquellas empresas cuya cifra de negocios en el período impositivo inmediato anterior sea inferior a 250 millones de pesetas, la deducción puede llegar al 10 por ciento de la cuota íntegra para las inversiones en la mejora del acceso de Internet, el desarrollo del comercio electró

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