Histórico

E-Learning: las herramientas

Programas para montar cursos on-line

El progreso económico y tecnológico exige, inevitablemente, en los trabajadores una preparación profesional altamente especializada y muy competitiva, y las empresas están abocadas a invertir de manera continua en un mejor entrenamiento de sus empleados que recicle periódicamente sus aptitudes productivas para que la compañía pueda mantener su grado de competitividad en el mercado en el que se desenvuelve. Hoy por hoy, la formación y capacitación continua se impone como un factor de éxito para toda empresa, sea cual sea su envergadura.

A la hora de plantear una solución que resuelva este aspecto crítico dentro de la actividad de la empresa, queda claro que, hoy por hoy, el entrenamiento presencial no puede cubrir satisfactoriamente las expectativas existentes y se hace inevitable recurrir a la formación virtual, a implantar soluciones basadas en metodologías de e-learning.

Desde la perspectiva del dealer, la formación virtual ha de contemplarse como una herramienta en sí misma, es decir, como la solución para dotar a su empresa del mecanismo que le permita mantener un sistema de capacitación continua para su personal y que la capacite para mantener el ritmo vertiginoso que impone el sector informático en cuanto a renovación de tecnología y productos. También puede ser utilizado con unos excelentes resultados como medio de mantener a sus colaboradores, vendedores y, por qué no, clientes, al tanto de la dinámica y conocimiento de la empresa, mediante presentaciones de nuevos productos, seminarios sobre la implantación y manejo de nuevos procedimientos o cambios en la operativa de funcionamiento, entrenamiento en el manejo de aparatos, dispositivos o programas, entre otros aspectos. Todo ello, con unos costes económicos, de recursos y tiempo significativamente más reducidos que los provocados por los métodos convencionales utilizados hasta ahora para esos mismos fines.

Pero las ventajas que ofrece e-learning no quedan dentro de la propia empresa que opta por esta tecnología para su propio desarrollo. El resto de empresas, de cualquier sector, también ha de desplegar sus propias soluciones y ha de contar con el dealer como asesor en las distintas soluciones que le pueden ser aplicables, tanto en herramientas hardware como software. De la misma manera que los clientes demandan soluciones de mensajería electrónica y es un servicio que se ha convertido en cotidiano en la actividad del distribuidor, dentro de poco tiempo serán igual de habituales los pedidos para este nuevo servicio de red, y, presumiblemente, su demanda no sólo crecerá en volumen, también aumentará la complejidad en medios según la tecnología empleada vaya madurando y aumenten la capacidad disponible dentro de la red.

El éxito de un proyecto formativo virtual, ya sea propio o para terceros, reside en dos factores clave. Por una parte, el programa empleado para desplegar el servicio y, por otra, los contenidos que se ofrezcan. La metodología, técnicas y entorno utilizado para que los alumnos consigan los mejores resultados no puede limitarse a trasladar a soporte informático los materiales y pautas utilizados en la formación presencial que se viene utilizando hasta ahora.

La herramienta utilizada para organizar y ofrecer los cursos ha de ser lo suficientemente versátil como para acomodar el material docente, que puede estar en distintos formatos y adaptarse a cualquier tipo de contenido sin que ello suponga ninguna reconfiguración del sistema desplegado, ni tampoco tenga que implicar el reciclaje del personal encargado de su soporte. Pero en este tipo de servicio la tecnología que proporcione la aplicación utilizada en el entrenamiento virtual es tan sólo el soporte del factor que realmente va a marcar el éxito o fracaso del proyecto formativo que se aborde: los contenidos.

Aunque el ambiente para el aprendizaje electrónico puede ser muy parecido al que se da en la educación presencial, hay que tener especial cuidado y poner todo el énfasis en el diseño de las líneas pedagógicas y gráficas que el aula virtual proporciona. A la hora de establecer un plan de formación, hay que pensar en conjugar la tecnología disponible con los fines educacionales que se persiguen, y todo proyecto formativo de cualquier índole y envergadura debe contemplar distintas fases. Hay que comenzar con una sensata definición de contenidos, a partir de la cual hay que elaborar el proyecto pedagógico que permita alcanzar los objetivos marcados. Establecidas las líneas pedagógicas, se han de producir los contenidos propiamente dichos que no han de darse como definitivos hasta que no se haya aplicado la validación oportuna que permita corregir y perfeccionar el curso que se pretende impartir.

No obstante, aunque se quiera dar todo el énfasis a la tecnología, cuando se habla de e-learning no se puede perder de vista el factor humano. Hay que tener muy en cuenta que el material confeccionado y medios empleados para su difusión van dirigidos a un alumno que se encuentra sólo y que su progreso va a estar marcado por su propia motivación y voluntad en seguir el planteamiento señalado. No se da la presencia del instructor que por sí misma ya predispone para el seguimiento del curso. Como tampoco el profesor cuenta con la presencia directa de los alumnos, por lo que éste tendrá que estar plenamente concienciado de la importancia de seguir las líneas pedagógicas establecidas y hacer uso de los mecanismos para el seguimiento de alumnos que se hayan dispuesto.

Dentro de esa perspectiva de distribuidor, para abordar la e-learning, existen distintas ofertas en el mercado, tanto para desarrollar o “alquilar” su propio proyecto formativo como para comercializar soluciones a implantar en clientes. Dentro de estas opciones, hay que diferenciar claramente lo que es el programa que soporta ese proyecto de lo que son los contenidos propiamente dichos, de los que existen tantos como se quieran pensar. En este artículo se hace un breve repaso a algunos programas representativos del espectro de herramientas y modos de concebir el soporte de este tipo de servicio sin entrar, obviamente, en los contenidos ingentes que pueden estar disponibles, ya sean a media o estándar. En este sentido, cada organización deberá valorar aquellos que les propongan los proveedores de servicio, según su ámbito de aplicación y necesidades.


Eidos Almagesto 3.0
La opción que propone el grupo Eidos en el mercado de las herramientas de e-learning con la nueva edición de su programa, se basa en la tecnología proporcionada por el servidor Web de Microsoft ASP, para la publicación de contenidos, desarrolladas bajo las nuevas opciones de XML y HTML dinámico. Los componentes del programa están confeccionados con Visual Basic 6 y complementa su funcionamiento con datos que residen en SQL 7 y 2000, además de Oracle 8. El fabricante ha sometido la tecnología y metodología utilizada en Almagesto 3.0 al dictamen de las especificaciones IMS y, mientras confeccionábamos este reportaje, estaba pendiente de obtener la valoración favorable de este consorcio de fabricantes que trata de establecer los estándares de la industria en formación virtual.

Las versiones que tiene disponibles en su oferta el Grupo Eidos, permiten optar por adquirir la licencia tipo “escuela”, donde se podrá habilitar un único centro de formación bajo su servidor Internet que puede alojar cualquier número de cursos, o bien adquirir

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